Dr. Shulz Music Bazaar: Recordando Clasicos: Tubular Bells

Con este disco doy por inaugurado una de las nuevas secciones del blog, Recordando Clásicos Y como su nombre lo dice, me encargare de reseñar álbumes clásicos de los años 60, 70 y 80 de los que todos conocen y aman. Y que mejor álbum para empezar que con Tubular Bells de Mike Oldfield, dueño de uno de los pasajes mas conocidos de la historia.

Si ustedes tienen un mínimo conocimiento en películas conocerán "El Exorcista" y su altamente reconocido tema principal. Lo que no muchos saben que ese pequeño tema de alrededor de 1 minuto es simplemente el principio de una composición bestial de rock progresivo y sinfónico de casi 50 minutos de extensión.

Este álbum fue sin duda revolucionario, ya que fue compuesto por un chico de 19 años que toco cada uno de los instrumentos que suenan en el mismo (cerca de 20). Y también inspiro la creación de varios géneros como el new age, chill out y trance.

Conocido por las masas como Música de Ascensor

Tan reconocido es, que formo parte de la ceremonia de apertura de los Juegos Olímpicos de Londres el año pasado, con varias transformaciones agradables y movidas.

Bueno, no les agrado a todos

Así Mike Oldfield, con este disco y sucesor llego al tope de los "charts" mundiales, rompiendo récords a su paso. Todo gracias a su increíble talento y sus hermosos y altamente seductores pasajes.

No, Mike, con seductor me refería a otra cosa...Pervertido

Pero apartando toda broma del camino, Mike Oldfield hizo un esfuerzo titanico en la construcción de esta increíble obra, que le rindió grandes frutos totalmente merecidos.

Las atmósferas que el logra crear en esta obra son inigualables, logrando transmitir sensaciones y emociones muy variadas. Mike Oldfield (o Micol Campoviejo, como le dicen por estos lares) es muy inteligente al construir y desarrollar cada sección de Tubular Bells, dejando siempre progresar de un sonido básico a un muro de sonido incontrolable.

Ahora si, la reseña:

1- Part I (26:01): Aunque esta dividido en 2 partes, Tubular Bells puede ser considerada una composición sola y continua (como Thick as a Brick de Jethro Tull). Bueno el principio ya lo conocen, un piano simple y efectivo acompañado del Glockenspiel, que a medida que los segundos van pasando se agregan guitarras y bajos. Así se desarrolla hasta que llega la corta aparición de un sintetizador y la melodía cambia (esta composición cambia repetidas veces así que estén atentos). En el minuto 5, en la gentil melodía surge la flauta (uno de los pocos instrumentos que Oldfield no maneja en el disco). Pero igual no nos deja descansar y exactamente en el minuto 6, Mike se abre paso con su guitarra y con un poderoso y fuerte riff.

El realmente siente su música

Pasada esta parte bien rockera, un siniestro órgano nos abre paso a otra sección mas tranquila, liderada por gran cantidad de guitarras acústicas. En el minuto 9 esta sección termina y la mandolina aparece en todo su esplendor. En el minuto 11 las guitarras eléctricas vuelven a aparecer a la par de un gentil órgano Esta sección se va desarrollando con la aparición del bajo. Esto nos abre paso a unas guitarras con un feel blusero que mas tarde junto con el piano nos llevan a una parte bien rockera. Aunque corta, es bien efectiva y nos mantiene al tanto de los variados cambios que tiene Tubular Bells.

Sobre el minuto 16 unas campanas nos dirigen a una parte relajada de la obra, que termina abruptamente y el bajo y la guitarra eléctrica toman el control para introducir a la legendaria sección de la presentación de instrumentos. Aquí Vivian Stanshall toma el papel de Maestro de Ceremonias y presenta la mayoría de los instrumentos con una melodía mas que agradable. Para el final dejan la aparición estelar de las Tubular Bells (o Campanas Tubulares, como a usted le guste decirle) y así terminar la primera parte de esta increíble obra. Bravo, Oldfield, bravo.

2 - Part II (23:17): El lado B comienza con unas guitarras eléctricas acústicas y bajo, que cambian ligeramente al pasar un minuto. Esta sección se va desarrollando con la introduccion de varios instrumentos como el piano y la mandolina. Así van pasando los minutos hasta que en el quinto minuto la melodía cambia, y un gentil órgano toma el control en una atmósfera muy relajante realmente. Sobre el minuto 8 unas mandolinas introducen a varias guitarras eléctricas que toman una melodía que se asemeja a algunas canciones celtas. Esta melodía continua hasta el minuto 12 en el que observamos un cambio drástico que nos lleva a la sección mas divertida de la canción Esta parte llamada "Pildown Man" (como una suerte de Eslabón Perdido para los pocos entendidos), se caracteriza por tener una serie de gruñidos y aullidos realizados por Oldfield grabada en una cinta a velocidad muy alta, lo que causa que su voz se vea mucho mas grave. Pero porque esto? Bueno, los dueños de la discográfica querían que en alguna parte de Tubular Bells haya letras, cosa a la que Oldfield se oponía con todas sus fuerzas. Esa misma noche, se paso de copas y retorno al estudio de grabación donde puso a correr la cinta y empezó a decir incoherencias durante horas y horas. Mas tarde (y pasada la larga resaca), Oldfield edito esto en la música y así tenemos el resultado de esta curiosa y entretenida sección.

Aunque fue una movida genial, Oldfield no la paso tan bien después de la grabación.

Imagen verídica de Oldfield después de la grabación (Exclusiva total!)

Después del divertido viaje que tuvimos con "Pildown Man", llega otra sección tranquila donde Mike demuestra todo su talento con guitarra y bajo. En el fondo suena un órgano tenue y estimulante. Esto se va desarrollando con el órgano y gran variedad de guitarras hasta llegar al final de la composición.

Pero este no es el final. Tenemos una pequeña coda de una canción tradicional inglesa. Curiosa y rápida quizá innecesaria para el álbum en si pero que nos deja con un final dinámico y entretenido.

No temo en decir que Tubular Bells al igual que mucha de las obras de Mike Oldfield serán tocadas dentro de varios siglos como hoy tocamos las sinfonías de Beethoven, Tchaikovsky o Wagner. Y que siempre sera recordada por su increíble magnitud de sonidos que pocas personas han sabido lograr en toda una vida de carrera musical.